ANA CELA
El colectivo de emigrantes de A Estrada en Cuba recuerda a Jesús Barros López.
“Honrar honra”. Recordando al cubano José Martí, el socio de mérito del colectivo Hijos del Ayuntamiento de La Estrada en La Habana, Manuel Barros del Valle, subrayó la necesidad de rendir homenaje a Jesús Barros López con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento.
Hijo de un vecino de la parroquia estradense de Rubín que
emigró a Cuba, Jesús Barros presidió el citado colectivo desde el año 1995 y trabajó durante 70 años en favor del asociacionismo español en general y gallego en particular. Deja tras de sí un
gran legado que merece reconocimiento.
■ A Estrada
“Nos dejó como legado su obra y su ejemplo personal”.Estas palabras de Manuel Barros del Valle pertenecen a la reflexión que este socio de mérito de Hijos del Ayuntamiento de La Estrada en
La Habana realiza sobre Jesús Barros López, a quien esta sociedad acaba de rendir un homenaje
con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento.
El colectivo estradense en Cuba considera que la figura de Barros López, nacido en La Habana en 1917 de padres gallegos –su padre era originario de Rubín–, lo perfila como una de las personas más destacadas en la promoción del asociacionismo español en general y gallego en particular, tarea a la que dedicó 70 años de su vida.
En la asociación estradense fue vicesecretario, tesorero durante más de 50 años y presidente desde 1995 y
hasta su fallecimiento,en 2002. Hijos del Ayuntamiento de La Estrada celebró el pasado sábado un acto en memoria de Jesús Barros López en el salón de actos del antiguo Palacio del Centro Gallego de La Habana. Al evento asistieron un centenar de asociados, así como un grupo de personalidades invitadas. En un acto
presidido por el estradense Servando Oubel Feros, presidente de la sociedad, y por la secretaria de
la misma,Gódula Rodríguez Señarís,tras dar la bienvenida a los participantes, Manuel Barros ofreció
una ponencia titulada Jesús Barros López, apuntes para una biografía. De igual modo, en este homenaje se presentaron los trabajos Recuerdos de mi padre, de Nelly López Bellver y Cuán largas y profundas pueden ser las raíces, de Gódula Rodríguez.
“Con la muerte de Jesús Barros López (...) nuestra colectividad, y el resto de las sociedades españolas en general,perdieron a una de sus más importantes personalidades, y la emigración, a una figura reconocida tanto dentro como fuera de Cuba,sin la cual no sería posible hablar de la historia del asociacionismo hispano en nuestro país, y en especial de la historia del Centro Gallego de La Habana”,comenta en su artículo Barros del Valle.
Explicó que, hasta un mes antes de su fallecimiento, Jesús Barros se mantuvo laboralmente activo.
Recordó que nació en La Habana en agosto de 1917.A partir de 1926, tras regresar con sus padres de un viaje por España, la familia se estableció en el barrio de San Isidro, donde su padre y su tío
pusieron en marcha la panadería La Eminencia,que habría de convertirse en el sustento de la familia y en hogar de tránsito para los familiares que desde A Estrada llegaban a Cuba como emigrantes.
Según relató Manuel Barros, cuando Jesús tenía 13 años su padre lo inscribió en el M.I Centro Gallego de La Habana y también en Hijos del Ayuntamiento de La Estrada,en la que llegaría a ostentar varias responsabilidades, como queda indicado.
Se graduó como abogado en 1945. Fue secretario letrado y asesor legal de 32 sociedades gallegas y tres asturianas.Con solo 18 años fue nombrado secretario del comité organizador de los festejos del vigésimo aniversario de la constitución de la sociedad estradense en Cuba. Fue presidente de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba durante cuatro mandatos consecutivos. En el momento de su muerte ostentaba varias condecoraciones y distinciones, caso de la Medalla de Galicia en la categoría de bronce, entregada en su día por el presidente de la Xunta Manuel Fraga; era presidente de honor de la Federación de Sociedades Españolas de Cuba y tesorero de mérito de Hijos del Ayuntamiento de La Estrada, además
de poseer innumerables diplomas de honor, mérito y constancia de más de 20 sociedades españolas.
“Le tocó dirigir y asesorar a las entidades españolas en momentos de gran complejidad para el
asociacionismo en nuestro país, y en un día como hoy es bueno recordar que gracias a su vasta experiencia y capacidad de trabajo muchas de las sociedades que han llegado hasta nuestros días existen gracias a èl" subrayó Manuel Barros.
FARO DE VIGO MIÉRCOLES, 11 DE ABRIL DE 2012 TABEIRÓS/MONTES■