miércoles, 18 de mayo de 2016

GALICIA en la FERIA DEL LIBRO DE BUENOS AIRES


Para redescubrir el camino de Santiago

Ciudad invitada. Desplegando sus saberes, del teatro a la gastronomía, la emblemática Santiago de Compostela y sus autores protagonizarán la Feria.

POR MARIA ROSA LOJO

Santiago de Compostela. Un poderoso movimiento galleguista fundó periódicos, revistas y editoriales en la Argentina.
Gente mayor de edad”: así se refiere Roberto Arlt a los hijos de Galicia en sus Aguafuertes gallegas de 1935. Civilización, ilustración, pulcritud, curiosidad, trato igualitario entre los sexos en las ciudades modernas, como Vigo o La Coruña, caracterizan, para él, a una sociedad que representa la avanzada de España en su búsqueda de innovación y de progreso. Que emigra porque no se resigna al atraso ni acepta la miseria. Líricos, profundamente sensibles, así como también inteligentes, inquietos y emprendedores, las gallegas y los gallegos descritos por Arlt desmienten los estereotipos negativos que desde el Siglo de Oro, en la misma Península Ibérica, cargan sobre ellos con tal ferocidad que el gentilicio se transforma en verdadero insulto.
Al pasar a América, los múltiples disvalores asociados en España al mote “gallego” se terminan concentrando sobre todo en dos: pobreza y rusticidad. Se añaden rasgos positivos: la integridad moral, la incansable disposición para el trabajo, pero sin asumir en un nivel macrorrepresentativo la variedad, cantidad y calidad de su aporte. Nuestro país tiene aún una inmensa asignatura pendiente para con uno de sus vectores fundacionales: el colectivo mayoritario de la inmigración de origen hispánico (segunda en número después de la italiana). Tal condición no se refleja, sin embargo, en el imaginario dominante que la Argentina ha propuesto sobre sí misma.
Lo cierto es que Galicia construyó la identidad argentina así como la Argentina construyó la identidad gallega. Fue el destino más importante de la inmigración galaica, donde se gestó y se sostuvo la “Galicia ideal” (o Galicia como idea y como proyecto) durante el exilio republicano. Hubo un poderoso movimiento galleguista que creó periódicos y fundó editoriales, como el sello Emecé, inaugurado por Luis Seoane y Arturo Cuadrado, cuyas primeras colecciones se llamaban, significativamente, “Dorna” y “Hórreo”. La editorial se dedicó no solo a difundir prosa y poesía gallegas, sino también temas americanos y argentinos. Su contemporánea, la mítica Losada, no tuvo empacho en publicar a todos los autores prohibidos por el régimen franquista. Surgieron espléndidas revistas, creadas y/o dirigidas por españoles, muchos de los cuales eran gallegos ( De Mar a Mar , Correo Literario , entre otras). Alfonso Rodríguez Castelao, Ramón Suárez Picallo, Vicente Risco, Ramón Otero Pedrayo, Rafael Dieste, Lorenzo Varela, Eduardo Blanco Amor, Luis Seoane, Maruja Mallo, Laxeiro, se cuentan entre la pléyade de intelectuales y artistas con que nos enriqueció la diáspora republicana.
No todos las autoras y autores gallegos que escribieron de y sobre Galicia lo hicieron en el idioma de su nación. En parte porque, después de los llamados “siglos oscuros” de opresión y marginalidad política, hubo que rescatarlo como lengua literaria de la alta cultura y como lengua oficial. La figura central de este rescate (que tendría avances y forzados retrocesos) es femenina: Rosalía de Castro (1837-1885) con sus célebres Cantares gallegos (1863), hito del llamado Rexurdimento (Resurgimiento) donde brillan también los nombres de Manuel Curros Enríquez, de Eduardo Pondal, y se apela al celtismo como gran mito identitario de una cultura que aspira a resaltar su singularidad, su derecho a la diferencia. La “soldadura racial” (Arlt dixit) entre “el gallego y su paisaje”, la tragedia y la esperanza de la emigración, se cuentan entre los ejes de la poesía rosaliana, hoy un verdadero clásico universal.
El argentino promedio conoce relativamente poco de esta historia, de este universo de sentido que lleva sin embargo en su ADN cultural y, en muchos casos, biológico. La 42° Feria Internacional del Libro, que tiene a la emblemática Santiago de Compostela como ciudad invitada de honor, servirá para recordárselo, a través de reconocidos protagonistas de la literatura gallega actual y de editoriales representativas.
Cabe destacar, entre ellas, la presencia de Galaxia, que lanzará además en nuestra Feria un nuevo sello en lengua castellana: Mar Maior, con cabecera en Buenos Aires, y cuya meta es toda América Latina. Gracias a Mar Maior estarán disponibles textos clásicos, como un volumen de cuentos de Emilia Pardo Bazán (1851-1921), brillante y pionera narradora y ensayista coruñesa que evoca un imaginario gallego desde el castellano. Así lo hicieron también otros célebres escritores nativos de Galicia, desde el narrador, poeta y dramaturgo Ramón del Valle-Inclán (1866-1936), al narrador y dramaturgo Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) o al premio Nobel Camilo José Cela (1916-2002) en parte de su vasta obra. Tanto Valle-Inclán como Cela serán objeto de importantes homenajes en esta nueva edición de la Feria.
La nave de Mar Maior carga con otros tesoros, como varios libros del maravilloso Alvaro Cunqueiro (1911-1981) –el Tolkien gallego, a quien tanto deben Gabriel García Márquez y el realismo mágico–, o Eduardo Blanco Amor (1897-1979), renovador de la novela en lengua gallega del siglo XX con A esmorga (1959); este libro ya canónico plantea de manera inédita y audaz el deseo homoerótico masculino, en una Galicia sometida, real y simbólica, que exhibe la miseria y el desamparo de las clases bajas y la decadencia de la clase señorial. Académicos como el historiador Ramón Villares Paz (1951) o el filólogo Xesús Alonso Montero (1928) aportan obras que iluminan, panorámicamente, la literatura y la historia gallegas. Hay narradores contemporáneos, entre ellos: Antón Riveiro Coelho (1964), Begoña Caamaño (1964-2014), Xavier Alcalá (1947). Y una especialidad de Galaxia: el álbum ilustrado, con duplas como Xosé Neira Cruz (1968)/José Chano; María Rosa Lojo (1954)/ Leonor Beuter (1983).
La literatura de hoy estará muy bien representada y acompañada por los autores mismos. Llegan Manuel Rivas (1957) poeta, narrador, periodista, ensayista, a quien se deben “La lengua de las mariposas” (cuento) y El lápiz del carpintero (ambos llevados al cine), entre tantas otras obras muy difundidas y reconocidas, Víctor F. Freixanes (1951), editor (Galaxia y Mar Maior), catedrático de periodismo y refinado novelista, cuya última novela ( Caballo de oros ) fue lanzada por Siruela en Buenos Aires; Xavier Alcalá (1947), quizás el narrador gallego que más ha escrito sobre la Argentina, y que presentará en la Feria dos de sus novelas, traducidas al castellano; ambos destacan en la cuerda de la ficción histórica. A ellos se suman Xavier Queipo (1957), poeta y científico que lleva al relato sus múltiples facetas, y la novelista Teresa Moure (1969), asimismo crítica y dramaturga. La consagrada Fina Casalderrey (1951) junto con las más jóvenes Elena Gallego (1969), autora de un exitoso fantasy sobre dragones en el siglo XXI, Ledicia Costas (1979) y María Solar (1970) componen un atractivo friso de la literatura para jóvenes.
La novela policial en todos los tonos, tan favorecida siempre por el público, añade los nombres del premiado Domingo Villar (1971), creador de los casos del inspector Leo Caldas –un boom internacional de ventas–, de Diego Ameixeiras (1976) y de Pedro Feijóo (1975).
No faltan los poetas, empezando por el gallego-argentino Luis González Tosar (1952) –presidente del Centro PEN Galicia, que fraternizará en la Feria con el Pen argentino, presidido por Luisa Valenzuela–, Miguel Anxo Fernán Vello (1958), Antón Lopo (1961, poeta y performer ), Chus Pato (1955), Yolanda Castaño (1977), Cesáreo Sánchez (1951, presidente de la AELG: Asociación de Escritores en Lengua Gallega).
Se anunciará igualmente en la Feria (el 26 de abril) la creación de la Cátedra Galicia-América en la Universidad Nacional de San Martín, propuesta, en palabras de Manuel Rivas, como “un lugar matriz, un espacio para la imaginación creadora y el pensamiento crítico. Un punto de encuentro transatlántico de todas las expresiones artísticas. Un nexo de las metamorfosis y reexistencias de migraciones y exilios”.
Galicia promete desplegar, en suma, un vastísimo abanico, desde el teatro (con Pablo Fidalgo y otros), la música, la plástica, la fotografía, la ciencia, la gastronomía, los libros de crítica literaria, sociología e historiografía, los testimonios de la Guerra Civil, las exposiciones y el cine, dentro y fuera de la Feria (como “Buenos Aires celebra a Galicia”, fiesta popular organizada por el Gobierno porteño y la colectividad, el sábado 23, en el histórico enclave de la Avenida de Mayo).
Todo confluye en esta bienvenida “invasión” que es una “invitación” a recorrer, aquí y ahora, nuestro propio “camino de Santiago”. Y, sobre todo, representa una necesaria “recuperación”: la de esa “Galicia oculta” que forma entrañablemente parte de nosotros.
María Rosa Lojo es escritora e investigadora. Ha escrito, entre otros, Arbol de familia.

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